Señoras y señores Legisladores:
Venimos hoy a inaugurar un nuevo Período de Sesiones Ordinarias de la Legislatura.
Como ustedes saben, este es nuestro último Mensaje de Apertura de Sesiones ante este Cuerpo.
En las antiguas contabilidades se acostumbraba a hacer Memoria y Balance de los emprendimientos llevados a cabo.
Permítannos en esta circunstancia, entregar a cada uno de ustedes, al periodismo y a la ciudadanía, un Informe-Balance detallado de lo actuado, propuesto, ejecutado, y líneas de acción para el año en curso. Por su extensión y minuciosidad, hemos decidido hacerlo por escrito para que facilite su lectura, reflexión y análisis y además publicarlo en la página web oficial.
Nos queda por lo tanto, una memoria de gobierno, que pone el acento en los símbolos, imágenes y momentos vividos y encierra a su vez, como toda memoria, una manera de poner en juego los objetivos que nos trazamos en el Programa de Gobierno y la concreción de los mismos.
Se trata de una memoria en movimiento, que integra toda la provincia y no separa el extenso territorio de los ciudadanos que lo habitan.
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-Homenaje a las
santafesinas y santafesinos-
Deseo, en primer lugar, rendir un reconocimiento profundo a las santafesinas y santafesinos. Un homenaje al paisaje en que nacieron, manifestar mi admiración por sus luchas, por su trabajo y persistencia para crear vida y un proyecto colectivo en cada región, paraje, comuna, ciudad en la que vivieron y viven; en las zonas rurales, alejados o próximos, bajo el mismo cielo provincial, tan diferentes y tan parecidos a su vez.
Estos hombres y mujeres, niños y jóvenes, se acercaron a nosotros siempre con un enorme respeto y una gran esperanza, no importaba cuales fueran sus credos, preferencias políticas, sentimientos y metas.
Fue la propia Santa Fe y su gente, la que nos indicó una nueva forma de gobernar la Provincia. Se imponía marchar hacia el concepto de región, no para dividir, sino por el contrario para sumar, integrar, crear identidad, aglutinar la producción y el trabajo, la cultura y la historia. La experiencia viva de las generaciones estaba allí, latiendo en el presente.
Las cinco regiones no son un programa de Gobierno. Debemos invertir esa proposición: es el Programa de Gobierno el que reconoce y jerarquiza las regiones para crear auténtica participación, para que la proximidad haga posible una democracia fresca, donde el ciudadano tenga la palabra, proyectos y deseos de permanecer en su tierra como su lugar en el mundo. El lugar donde amar, tener hijos, crear, trabajar y aprender, convivir y buscar la felicidad.
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Por eso, en las Asambleas Ciudadanas, más de once mil comprovincianos discutieron un programa que los trasciende, que piensa en lo inmediato y en lo mediato, que tiene como estrategia, el desarrollo de la región, y como objetivo, la calidad de vida de las nuevas generaciones.
Nuestra Provincia nos sorprende cada día más por los valores espirituales y materiales, creadores y realizadores de su pueblo. Pensamos que la mayoría de nosotros no tenemos dimensión del aporte que la misma le da al país y a un Proyecto de Nación.
Santa Fe, una provincia tan extensa, tan rica, tan múltiple y diversa, necesita desarrollar los medios para que sus habitantes puedan comunicarse y conocerse mejor, para que puedan convertirse en ciudadanos.
Por eso, estamos solicitando canal y radio pública. Creamos la “Señal Santa Fe”, porque las imágenes compartidas, los debates, costumbres y proyectos de nuestros habitantes son la síntesis de muchas generaciones. Ellas guardan el sentido de la Historia y de “las historias de cada uno”; son el símbolo de lo que somos y a su vez se manifiestan como una Política de Estado, escrita en el tiempo y en el territorio, que debemos desentrañar y saber leer, para seguir cambiando nuestra Provincia.
La regionalización permite el diálogo profundo, la convicción de que no estamos solos, la conversación entre educación y producción, entre trabajo y cultura, con seguridad e infancia, con salud y desarrollo humano.
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Vincular las regiones por dentro y entre ellas, es un gran desafío que se extiende hacia adelante. Conocer nuestra identidad, es un derrotero inagotable. Superar las “falsas divisiones” Barrancas al Norte, Barrancas al Sur, es ganarle a los estereotipos. Hoy, contamos con emprendimientos productivos, educativos y culturales, que interrelacionan ciudades y regiones, y las hacen crecer en común.
Cuando vencemos los obstáculos, gana la Provincia, gana su gente.
Santa Fe, cuna de la Bandera y de la Constitución Nacional, lugar donde se produjo el único combate de San Martín en tierra argentina y pionera del federalismo, es una Provincia muy singular.
Es la Provincia de los pueblos originarios pidiendo la tierra que les pertenece desde siempre, exhibiendo la grandeza de sus cosmovisiones. Es la Provincia de la rebelión de los siete jefes contra la dominación española. Es la Provincia de inmigrantes italianos y españoles, suizos, franceses, judíos y tantos otros; la de la primera colonia agrícola, donde las costumbres y los credos se mezclaron con la tierra y las palabras; y es también la Provincia del Grito de Alcorta, donde la lucha por la dignidad del trabajo dejó un ejemplo insoslayable en la historia argentina.
Es la misma Provincia que hoy nos muestra otro país desde el interior. La misma Provincia, que a través de los años, ha generado un conocimiento genuino.
Por eso, trabajamos para articular lo público con lo público y lo público con lo privado, y a ambos, con las entidades, ONG´s, instituciones de la comunidad y con la ciudadanía en general y en particular. Ese conocimiento colectivo no debe perderse. Es nuestra riqueza y la base de nuestro desarrollo.
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Nuestra Provincia aporta al país su historia de independencia, así como producción y recursos. Es una de las Provincias que más aporta al tesoro nacional, y aporta a la Argentina, el tesoro de la fuerza y la persistencia de sus emprendedores.
Es por estas razones que impulsamos la obra pública como modo de interconexión en y entre las regiones, como hito de la transformación e inclusión y forma de perseguir la equidad social y territorial. En ese sentido, levantamos escuelas, para “aprender a aprender” y para “aprender a convivir”, construimos centros de salud, creamos grandes y medianos hospitales, así como tribunales destinados a la nueva justicia y espacios culturales para que los ciudadanos sean protagonistas. Avanzamos hacia una Provincia donde el agua fluya desde Florencia hasta Rufino.
Entonces, podemos decir: quédense, no emigren de sus orígenes, arráiguense no para permanecer, sino para disfrutar de una vida con sentido histórico de pertenencia, creación, producción, trabajo y afecto.
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-Una cuestión de Principios-
En segundo lugar deseo ratificar los principios que guían nuestra acción.
Hemos administrado los dineros públicos comprometidos con la ética y las leyes.
Ningún municipio ni comuna ha sido discriminado por su color político, ubicación geográfica, cantidad de habitantes, ni razón alguna.
Hemos creado nuevos Ministerios: el de Trabajo y Seguridad Social, Justicia y Derechos Humanos, Seguridad, Innovación y Cultura, y la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación. Nuestros equipos se fundaron en la experiencia y se formaron en el estudio y el trabajo, y todos los ministerios, demostraron su capacidad para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Creemos profundamente en la Ley, en la Verdad y la Justicia. Los ideales republicanos y el respeto a las instituciones son un derrotero, que de seguirlo, jamás nos equivocaremos. Bajo este espléndido Mural de Guillermo Roux, sobran las declaraciones: la Constitución marcha con la gente, en paridad, sosteniendo la misma bandera, bajo el mismo cielo, avanzando sobre el suelo. Justo aquí en Santa Fe, donde esa Constitución fue creada un 1º de mayo hace 158 años. Este no es sólo un tema jurídico, es la base de la convivencia y la justicia, de la inclusión y la prosperidad.
Cuando hablamos de solidaridad, participación y transparencia, decimos: estamos creando una Provincia donde todos puedan vivir y convivir, crecer en libertad, con la inclusión de cada ciudadano postergado, con un programa social integrado y múltiple.
Solidaridad es construir juntos lo que nos falta. Fortalecer los lazos que nos unen y tejer desde las fábricas, desde los barrios, desde la Universidad y por supuesto desde el Estado, la red que nos contenga a todos.
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Participar es lo que potencia la capacidad de construir colectivamente, más allá de todas las diferencias y más acá de todos los egoísmos. Participar es proponer, opinar, construir, pero también es aprender. Participar es sobretodo decidir, es la democracia en verbo.
Transparencia no es sólo probidad en la función de Gobierno, es información, rendición de cuentas; un sistema de control es principalmente un acto de justicia con la política como realización del bien común y reparación de la credibilidad pública.
Estamos convencidos de que el hoy es ayer y mañana; una complejidad del tiempo que nos hace múltiples, capaces de avanzar, memoriosos, arriesgados y libres de postergación, esperas y degradaciones, que reducen enormemente las posibilidades de inventar y realizar un proyecto colectivo.
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-Imágenes y símbolos
de la gestión-
En tercer lugar, deseo transmitir a ustedes imágenes y símbolos que a modo de ejemplo, dan cuenta de lo que vivimos y lo que aprendimos en estos años de gobierno. Cada imagen, como lo vemos en los personajes del mural, no es sólo un detalle, tiene la fuerza del conjunto, en el gesto preciso de tantos santafesinos.
Hemos visto los ojos de los ciudadanos en la plaza 25 de Mayo, mirando cómo se retiraban las vallas de la casa de gobierno. Así nos propusimos gobernar, y la Casa Gris, que alguna vez fue Cabildo, se llenó de colores, de gente, voces, pasos y música.
Hemos visto con emoción a los chicos de Villa Minetti bañándose en el canal, cuando concluimos el acueducto a cielo abierto que llegaba desde Tostado. Agua al fin para el consumo y la producción en nuestro Norte, tan afectado por la sequía y el arsénico.
Hemos visto teatros repletos de docentes que se titularizaban después de más de 20 años de espera, envueltos en banderas argentinas. Estaban con sus hijos y sus padres, festejando tantos años de aula y el anhelado y merecido respeto.
Hemos escuchado en Tartagal a las señoras que mostraban orgullosas su biblioteca popular, diciendo que en 20 años no se había cumplido la ley y ahora, que llegaba el apoyo, los nuevos libros brillaban en el antiguo galpón de La Forestal.
Cuando decimos que bajamos la mortalidad infantil a un dígito, no pensamos en la estadística; vemos caras de niñas y niños sonriendo y jugando, y así construimos presente y futuro.
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Cuando los jubilados se nos acercan con sus hijos y sus nietos, no pensamos en el 82 por ciento móvil. Compartimos esa complicidad que traen en los ojos por tener derechos, dignidad, afecto y esperanza.
Cuando llegan de toda Latinoamérica a estudiar nuestro modelo de salud, con sus niveles de atención primaria, hospitales de mediana y alta complejidad y centros de medicina ambulatoria, pienso en los ochenta centros de Salud, en los siete hospitales y en el CeMaFe, pero más aun pienso que he sido fiel a lo que prometí como médico, a la universidad pública y a todos mis maestros.
Cuando devolvimos sus tierras a los pueblos originarios, algo profundo había cambiado en nosotros. Era un acto de justicia y reparación que no cabía en las agendas oficiales. Nos miramos como hermanos, con los padres de la tierra y estaba todo dicho.
Cada escritura que entregamos en cualquier lugar de Santa Fe, es un hogar en el mundo, un lote, una casa y, sobre todo la seguridad de ser alguien, de criar hijos y nietos, de trascender en la historia.
Cuando la justicia cambia, nada queda en su sitio, queremos que todos tengan a tiempo veredicto, mediación, solución y ayuda a las víctimas. Cuando la Justicia se sienta frente a los querellantes de los juicios de lesa humanidad, la verdad aparece como una luz; abogados jóvenes enarbolan derechos humanos como pañuelos y la memoria restablece su enorme posibilidad de hacer otra Argentina. En eso pensamos cuando protegemos a los testigos y cuando transmitimos por internet todos los juicios al mundo.
Hemos visto a las y los jóvenes, aspirantes a policía con secundario cumplido, iniciar con entusiasmo su formación de 2 y 3 años que les permitirá desempeñar con idoneidad la profesión que han elegido.
Hemos visto a jóvenes muy humildes, algunos con conflictos con la ley penal, reparar sillas de rueda y bicicletas y entregarlas con orgullo, con los ojos llenos de alegría.
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Hemos reconocido a los excombatientes de Malvinas por su permanente compromiso en mantener la memoria colectiva y su actitud solidaria ante la sociedad.
Hemos revalorizado la tarea de agricultores, pescadores, tamberos, huerteros, metalúrgicos y apoyado las experiencias cooperativas y de los trabajadores en sus fábricas recuperadas. Una producción que nos honra y distingue, fruto del ingenio humano, valor en cadena sumado en todo el territorio.
Hemos visto en San Cristóbal, habitantes de los barrios más humildes reconociéndose como actores, hablando a cámara en la película “Los Labios”, que había ganado el Festival de Cannes. Nadie sabía del Festival lejano, pero sí del hijo de su tierra que volvió para generar nuevas imágenes con el incentivo del fomento a la producción audiovisual del Ministerio de Innovación y Cultura.
Tenemos muy presente la primera conexión de internet entre la Escuela de Golondrina y la Escuela Juan Arzeno de Rosario. Sentimos que los más postergados entraban en una nueva era. Y así se multiplicó por la Provincia la conexión con el mundo.
Hemos visto cuando un Comité Mixto de Salud y Seguridad en el Trabajo hace que se salven vidas. Nosotros celebramos, conscientes de que el trabajo decente no es un slogan sino una forma de darle dignidad a la existencia.
Hemos visto a nuestros empresarios compartir con nuestros trabajadores la misma mesa de diálogo, en la defensa de las empresas y los puestos de trabajo durante la crisis de 2008.
Hemos visto un bello cuadro original de Benito Quinquela Martín -que adornaba una protocolar sala de la Gobernación- restaurarse y trasladarse al Museo de Artes Plásticas Rosa Galisteo de Rodríguez, para el disfrute de todos los santafesinos.
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Destinamos la residencia del Gobernador para el funcionamiento del nuevo Consejo de la Magistratura, cuerpo colegiado imprescindible para el funcionamiento de una justicia independiente y símbolo de un cambio esencial que la ciudadanía esperaba con ansiedad.
También vimos a las mujeres, superando desigualdades, participando con firmeza en las Asambleas Ciudadanas, aportando con su mirada la construcción de una sociedad más igualitaria.
Hemos visto a los jóvenes recorriendo el territorio, solidarizándose con las personas, creando en cada comuna y en el gobierno una perspectiva diferente plena de derechos.
También vimos como las capacidades diferentes son capacidades y no barreras; así la sociedad crece y la diferencia se convierte en valor y riqueza.
Hemos visto filmar a Fernando Birri con enorme emoción su “Fausto Criollo”, y hemos visto también a un niño, tratando de usar el martillo en El Molino Fábrica Cultural. Los dos nos hicieron sentir que estaba garantizado lo que somos, lo que seremos, lo que heredamos.
Hemos visto desde el corazón del mundo ferroviario surgir “La Redonda”, espacio multicultural que articula arte y vida cotidiana.
Cada vez que una iglesia, una sinagoga, una sociedad italiana, un edificio público, recupera su fulgor patrimonial, pensamos en esta provincia, de historia peculiar, y nos decimos que esa historia tiene que darnos lumbre y resistencia para continuar construyendo desde Santa Fe un Proyecto de Nación.
Marchamos en el Bicentenario de la Patria en Buenos Aires y en cada ciudad de nuestra provincia con la convicción de sentirnos santafesinos. Cuando tomábamos la bandera más larga del mundo, sabíamos que Santa Fe es tierra de creadores, de emprendedores, de trabajo, legalidad, lucha y esperanza. El país lo sabe, los santafesinos lo reconocen, es nuestro idioma y nuestro derrotero para seguir creciendo.
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Durante nuestra gestión, se han descubierto en una casa en los suburbios de Puerto Gaboto el Fuerte de Sancti Spíritu, primera población española en Sudamérica.
A su vez, proyectamos y estamos por comenzar a construir el Puerto de la Música, del genial Niemeyer en Rosario. Entre la excavación y la inclusión alrededor de la música, entre la historia, la producción y la innovación, está el arco de nuestro programa. Son símbolos vivos de lo que propusimos: incluir a todos los santafesinos en la participación, el trabajo, la salud, la justicia, la educación y la cultura.
Esa es la dimensión de nuestro proyecto social: de la garantía de derechos al derecho a la felicidad de todas las santafesinas y santafesinos.
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-Agradecimientos-
Para terminar, agradezco a las legisladoras y a los legisladores por la tarea cotidiana, por sostener los ideales republicanos de división de poderes, por el compromiso y la entrega con que llevan adelante su acción.
Agradezco al Poder Judicial, cuya gran mayoría ha acompañado, acompaña y se involucra en el proceso de transformación que estamos llevando adelante en la Justicia y por debatir un cambio tan profundo con audacia, creatividad y eficacia.
Agradezco la convivencia democrática de todos los sectores, y a todos los que con coincidencias o diferencias nos han ayudado a comprender situaciones complejas y a tomar medidas con responsabilidad.
Agradezco a quienes, provenientes de todas las ideas y prácticas políticas, apoyan y ponen en acción el compromiso de una institucionalidad más intensa. Sostienen la jerarquización y nobleza de la tarea política, y el acuerdo y consenso acerca de las Políticas de Estado, donde todos debemos participar para mejorar la vida de los que vendrán.
Agradezco a los Ministros y los equipos de trabajo de nuestro gobierno, por la probidad y transparencia; por ensanchar la vida de niños, jóvenes, trabajadores, empleados públicos y jubilados; por el bienestar docente y el trabajo decente; por enseñar e investigar todos los lenguajes y desarrollar nuevas tecnologías; por la producción en el seno de cada familia y emprendimiento; por la justicia oportuna y cercana a las personas; por la proximidad y la mirada estratégica que piensa en las nuevas generaciones; por la obra pública que iguala oportunidades e incluye; por la prevención del riesgo hídrico para que el agua esté en las mesas y no en las casas; por los derechos humanos y la protección de las víctimas; por la cultura para todos en todo el territorio; por el afecto hacia los que empiezan a vivir y la predisposición para escuchar, comprometerse, aprender y hacer posible este gobierno.
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Pido disculpas por los errores que cometimos en el transcurso de estos años, en los que siempre sentimos la alta responsabilidad que nos confirieron los ciudadanos con su voto.
Y sobre todo, agradezco a todas las santafesinas y a todos los santafesinos, por enseñarnos tanto, por tanta dignidad y generosidad desplegada, por el afecto de cada día y por haber colaborado al cambio con alegría y confianza. Piensen como piensen, sean como sean, vivan donde vivan, nos han acompañado, mostrado el camino y alimentado nuestra vocación de seguir transformando Santa Fe.
Saludándolos con un abrazo fraterno por el día de los trabajadores, dejo inaugurado el centésimo vigésimo noveno Período de Sesiones Ordinarias de esta Legislatura.
